José Martí nos enseña que quien resiste con perseverancia acaba trinfando

TRES HEROES - José Martí

Hay hombres que viven contentos aunque vivan sin decoro. Hay otros que padecen como en agonía cuando ven que los hombres viven sin decoro a su alrededor. En el mundo ha de haber cierta cantidad de decoro, como ha de haber cierta cantidad de luz. Cuando hay muchos hombres sin decoro, hay siempre otros que tienen en sí el decoro de muchos hombres. Esos son los que se rebelan con fuerza terrible contra los que les roban a los pueblos su libertad, que es robarles a los hombres su decoro. En esos hombres van miles de hombres, va un pueblo entero, va la dignidad humana. Esos hombres son sagrados.




Un hombre solo no vale nunca más que un pueblo entero; pero hay hombres que no se cansan, cuando su pueblo se cansa, y que se deciden a la guerra antes que los pueblos, porque no tienen que consultar a nadie más que a sí mismos, y los pueblos tienen muchos hombres, y no pueden consultarse tan pronto. Ese fue el mérito de Bolívar, que no se cansó de pelear por la libertad de Venezuela, cuando parecía que Venezuela se cansaba.



sábado, 21 de junio de 2014

Pan y Circo-II



Como escribí hace cuatro años, la instrumentación de los espectáculos deportivos con fines políticos es tan antigua como el deporte. Tanto el triunfo de la selección española de fútbol en el mundial de Sudáfrica en 2010, como  el desastre del mundial de Brasil de este año, son acontecimientos  exclusivamente deportivos… o al menos así debería ser.

Con mayor o menor desfachatez los políticos en el poder intentan que algo de la gloria que aureola a los héroes acabe por iluminarles a ellos también. No cabe ninguna duda que si “La Roja” hubiera triunfado como se esperaba, las grandes explosiones de fervor rojigualda hubieran sido tomadas como muestras de respaldo al nuevo monarca Felipe VI, cuya proclamación casualmente se hizo coincidir con el mundial. Es inevitable por tanto que el desastre, aunque no es más que un espectáculo deportivo (no nos han hundido la flota como en el 98), tenga su repercusión política. Las derrotas son una cura de realismo.  Justo cuando se pone de manifiesto la falta de pan, fracasa el circo. Comienza el reinado con un mal presagio.


Los nuevos reyes no despiertan precisamente entusiasmo, “La Roja” ya dejó de ser un mito. Comienza a haber condiciones para que alguna vez podamos animar a “La Morada”.


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